LOS PLANES DE IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES LLEGAN A LAS PYMES

En marzo de 2022 todas las empresas de más de 50 trabajadores, unas 1.000 en Castilla y León, tendrán que tener un Plan de Igualdad entre hombres y mujeres aprobado y registrado.

 

La implantación es progresiva de manera que las empresas de más de 150 personas ya tienen obligación de disponer de uno desde el 7 de marzo de 2020; las que cuenten con más de 100 trabajadoras y trabajadores tendrán que hacerlo antes del 7 de marzo de 2021 y las empresas de 50 o más personas deberán formalizar los planes antes del 7 de marzo de 2022.

 

La norma jurídica establece que será obligatoria la inscripción de estos Planes en un Registro y las sanciones por no tener Planes de Igualdad oscilan entre 600,00 y 6.000,00 euros.

 

Un Plan de Igualdad debería ayudar a las empresas a evitar la discriminación laboral; la falta de oportunidades de las trabajadoras, tanto a la hora de ingresar en la empresa como a la hora de promocionar a puestos más elevados; a conciliar la vida laboral con la familiar mediante flexibilidad horaria; también debería evitar situaciones de acoso laboral y de cerrar la brecha salarial entre mujeres y hombres.

 

Un Plan de Igualdad no es fácil de elaborar porque debe recoger un conjunto ordenado de medidas, adoptadas después de realizar un diagnóstico de la situación, que tiendan a alcanzar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres y eliminar la discriminación por razón de sexo en las empresas o en la Administración Pública.

 

Los Planes de Igualdad deben fijar unos objetivos concretos a alcanzar y medidas y prácticas para su consecución, así como sistemas eficaces de seguimiento y evaluación de los objetivos fijados.

 

Uno de los servicios que ofrece el equipo de ASIES es el asesoramiento a PYMES y Administraciones Públicas para protocolizar y ordenar dinámicas que ya se incorporaban a la compañía y revisar su evolución, o bien implementar un Plan de Igualdad si carecía de él. Actualizar protocolos en caso de acoso sexual, evitar el lenguaje sexista o trabajar en medidas para favorecer la conciliación son algunos de los temas que se incorporan a través de un Plan de Igualdad. Las empresas saben que fomentar la igualdad da un plus de eficiencia interna y externa, que es un valor añadido.